Escrito por: Psic. Daniel Galindez.
Un crimen social
Hoy se cumple 20 años de mi condena, se me culpa del asesinato de una joven el cual
fue abusada sexualmente, podría describirte la historia sin el horror el cual
es inevitable, pensaras que me baño de alegría en el charco de sangre por mi
resentimiento, por cada uno de aquellos que hoy crearon lo que en prisión
llamaron el monstruo sexual.
Quizás mi historia ya no te importe, un
día cuando niño un anciano me aconsejo "hijo,
cuando la vida te golpee tanto sonríe" tiempo después este
anciano me golpeaba para abusar de mí, como podía sonreír me preguntaba una y
otra vez, cicatriz que marcaría toda mi vida, al pasar el tiempo el colegio fue
mi escape hasta el día que la profesora que dictaba historia, pero no hablaba
de la suya propia, nunca nos contó de aquel esposo que la golpeaba y la
empujaba a los brazos del director de mi colegio, un día con su linda sonrisa y
triste mirada se acercó llena de rencor por su historia me dijo estas palabras "nunca servirás en la vida porque eres un fracasado" no deje de pensar este día en estas palabras hasta
que camino a mi casa fui sorprendido por un automóvil que me volcó a tres
metros, gracias a Dios aún permanecía con vida, después de tres días desperté,
pensé en ver a mi madre pero realmente ella se estaba drogando en casa, mis
padres eran adictos, tal vez su historia debería contarla algún día.
A todas estas aunque mi casa era solo
una casa porque hogar tenían solo los vecinos, claro mis vecinos del otro lado
porque mis otros vecinos solo discutían a diario algo así por un ¡Maldito hijo! ese día entendí que los hijos podía ser
un estorbo más que una felicidad; aunque yo ya lo era hace mucho tiempo, mis
heridas las curaba mi cachorro drofy el cual encontré un día abandonado en la
calle con una patica quebrada al intentar despojar a un señor de su almuerzo
debido que vivía en la calle no había comido, este le arrojo el vaso de su
bebida quebrando sus huesos, hoy es mi mejor amigo porque conoció el hambre
igual que yo, sabe lo que es una herida igual que yo, este mismo día que lo
encontré al salir de este restaurant, un anciano posaba en la cera pidiendo
limosna este día comprendí que la vida puede llevarse de una forma fácil, no
por el anciano, mas por aquellos jóvenes que solo pasaron por un lado y no
vieron sus manos extendida, drofy había alcanzado robar un pan es lo único que
podía compartir, este anciano saco de su bolsillo en agradecimiento lo que un
día me llevaría a comprender a mis padres, este día inicio el consumo de droga
en mi vida.
Tiempo después intentando recuperarme
me encontré una hermosa chica el cual me motivo dejar las drogas, inicie mis
estudios igual que ella, pero pronto cuando creía terminar con mi pasado, ella
besaba a mi mejor amigo, aun cuando pasábamos horas conversando de lo mucho que
gustábamos de ambos, volví a la droga, y sentado en una banqueta un señor que
llevaba en sus manos unos libros amarillos, con una corbata azul me decía al
mismo tiempo que mi corazón aceleraba "nunca
servirás en la vida porque eres un fracasado" mirándolo a los ojos solo pude recordar aquella
profesora que también cargaba con el fracaso de su vida, mis compañeros vieron
una chica pasar en medio de las drogas sin meditar me encontraba junto a ella
bañado en el charco de sangre si era la mía hoy no recuerdo, solo recuerdo que
hoy se cumple 20 años de aquel crimen....
Estuve en el lugar indicado y la hora
indicada por mis propias circunstancia mi dirección me condujo a este lugar, mi
fracaso era este sitio, hoy no solo es mi libertad es la libertad de aquel
anciano que abuso de mí, de aquel hombre que hirió a drofy y mis padres que
consumían drogas el día que debían estar en el hospital el cual deseaba
hablarle de aquella profesora que se metía en el escritorio del profesor, hoy
cumplo la condena de aquel hombre que paso a mi lado para decirme "nunca servirás en la vida porque eres
un fracasado" la vida a veces necesita un fracasado para llevar el
fracaso de otros, hoy saldré a la calle seré una nueva persona no sé cómo vivir
aun cuando la sociedad me llama el "monstruo sexual" por
esto escribí parte de mi historia para que cada uno comprenda que este no es mi
título, es el título de cada uno de aquellos que hacen parte de la vida de
otros sin darse cuenta diseñaron el monstruo sexual.
Podemos juzgar como sociedad a cada
persona por su condena social o judicial, aun cuando podemos ser parte de su
historia o de su indicio al camino del crimen, en efecto los paradigmas que
indica que cada persona debe bloquear todas aquellas actitudes negativas de
influencia por terceros; muchas veces queda aisladas de la realidad, divorciada
del contexto y el fondo, el sí mismo y el ser, debemos comprender la semejanza
a Dios, somos creadores y cada paso en la vida construimos nuestro mundo pero
también podemos acercar o abrir espacio a otro individuo con derechos de
superación, comprender desde la óptica que un criminal no nace sino que se
hace, haciéndose por variables que se hacen conjeturas entre una y otra con tu
influencia, tus palabras y lo que este individuo le toca vivir en su tiempo y
espacio, pueden desencadenar en el enlace de un criminal, pero la realidad no
está en que el solo debe enmendar el error, es que la sociedad está
comprometida en su error, no juzgar su condición es el primer paso, recordando
aquella frase bíblica "restaurad con espíritu
de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no seas que tú también seas
tentado". Tal vez no veas esto
como pensamiento universal pero es mejor llevar aquellos a la luz que dejarlo
en oscuridad, promueve el perdón al error que llevar a otros al rincón del "sano juicio" acusándolo
apuntando con un dedo el cual otros cuatro apuntan hacia ti mismo...
Considera
lo siguiente:
1.
Esta sociedad no permite error,
pero ha creado más errores de los que no permite.
2.
Un criminal tiene más relación
contigo de lo que puede tener un político.
3.
Fracasados que llevan el fracaso
de una sociedad fracasada.
4.
La libertad de un error que nos
implica a todos.
5.
La sociedad asesino al asesino de
un inocente para cubrirse a sí misma.
6.
Cubriremos nuestra condena, el
día que aprendamos a formar con el ejemplo.
Esto es Psicología Ágape una forma de educarnos con amor, por el Psic Daniel Galindez Gracias por compartir...
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